“La Jurisdicción Especial para la PAZ – JEP se presenta como una oportunidad para los afrocolombianos para el esclarecimiento de la verdad, obtener medidas de no repetición y reparación en el marco del conflicto armado”.
La
corte constitucional colombiana en el 2009 reconoce a través de su auto 005 de
seguimiento a la sentencia T-025 que el pueblo afrocolombiano ha sufrido impactos
desproporcionados del desplazamiento forzado y la resistencia frente a sus
derechos colectivos. No cabe duda que el pueblo afrocolombiano fue y ha sido
una de las poblaciones que más ha sido afectada por el conflicto armado, a tal
punto que, junto a otros factores, de reconfigurar a este pueblo que hace diez
años era eminentemente rural a principalmente urbano en la actualidad. La
desterritorialización y el desplazamiento ha puesto en peligro la existencia
cultural de este pueblo.
Por
otro lado, los impactos del conflicto armado han sido proporcionales a la
impunidad que ha tenido que soportar el pueblo negro, lo que ha degradado en
nuevas formas de revictimización al no poder saber la verdad y al no tener
garantías de no repetición. Es entonces que la Jurisdicción Especial para la
PAZ – JEP se presenta como una oportunidad para que los afrocolombianos puedan
tener algún esclarecimiento de la verdad, obtener medidas de no repetición y
reparación. Es decir que puedan acceder a la justicia que en el medio del
conflicto no tuvimos. Será una oportunidad para saber quiénes y bajo que
motivos movilizaron las afectaciones de nuestras comunidades.
Una
de las principales secuelas de la esclavización es la invisibilización y la
baja representación de este pueblo en los espacios de toma de decisión, por
ejemplo, cabe señalar la baja presencia de afrocolombianos en las altas cortes
(Corte suprema de justicia, Consejo de Estado y Corte Constitucional), lo cual
no es el resultado del azar, sino consecuencia del racismo. En este sentido,
incluir a los afrocolombianos en la estructura de la JEP no solo es un
reconocimiento a este pueblo como uno de los grupos poblacionales más
impactados por el conflicto, sino también como una medida de reparación
histórica a un pueblo que todavía vive las consecuencias de la esclavización.
¿Por
qué es importante que haya afrocolombianos en la en la estructura de la JEP?
Uno
de los elementos que limitan el acceso de los afrocolombianos a la justicia es
la desconfianza hacia la institucionalidad responsable de impartirla, bebido a
que muchas veces esta se articuló con los victimarios en los territorios. Los
tiempos de guerra para los afrocolombianos también significaron un importante
sacrificio a la verdad, la justicia y la reparación.
En
este sentido, la presencia de afrocolombianos como magistrados puede servir de
puente de confianza entre los afrocolombianos víctimas y el acceso a la verdad
y la justicia. Sin embargo, estos magistrados deben ir más allá del color de
piel y deben conocer las situaciones y dinámicas vividas por los
afrocolombianos en medio del conflicto y deben contribuir a la sensibilización
de estas situaciones hacia los diferentes actores involucrados en la estructura
de la JEP. Esto sin duda contribuye a la justicia sustentada en la verdad y el
reconocimiento del pueblo afrocolombiano.
La
presencia de afrocolombianos y afrocolombianas como magistrados puede
significar una garantía para las víctimas afrocolombianas, ya que se pueden
generar sentimientos de seguridad al creer que con esto se puede evitar que
haya alguna inclinación hacia alguno de los bandos victimarios de las
comunidades afrocolombianas.
Para
el pueblo afrocolombiano y para sus organizaciones la implementación de los
acuerdos de paz en general y en particular la JEP implica un reto organizativo
que motiva a replantearse la incidencia política y la forma de cómo nos hemos
venido relacionando con lo público. Esto nos llama a ser más creativos y
propósitos. En este sentido, la convergencia es fundamental, ya que construir
desde la diferencia que caracteriza al pueblo afrocolombiano puede contribuir a
que se acceda de forma más eficiente a los ejercicios de verdad, justicia y
reparación.
Por
último, es importante no confundir las reparaciones históricas que el pueblo
afrocolombiano ha venido exigiendo al Estado relacionadas a las consecuencias
de la esclavitud y las reparaciones suscitadas por los daños del conflicto
armado. Sin embargo, este último ha profundizado las consecuencias de la
primera y generado otras afectaciones como el desplazamiento y la
desterritorialización. La titulación colectiva, la exigencia de mayor
representación en los escenarios de poder, la lucha contra el racismo deben
estar siempre presente en nuestras exigencias al Estado colombiano, junto a la
búsqueda de la verdad, la reparación y las garantías de no repetición como
medidas que nos llevarán a encontrar una paz estable y duradera.
Oficina
Prensa y Comunicaciones CNOA
Nota tomada de: http://convergenciacnoa.org/la-jep-importante-pueblo-afrocolombiano/
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