10 de septiembre de 2015

CARTAS DE LIBERTAD, Jarm longue

Las cartas personales en muchas ocasiones se convierten en verdaderos reflejos de las situaciones que viven los pueblos. Uno de esos testimonios de primera mano es el intercambio de correspondencia que les compartimos en esta ocasión, donde se ve sin tapujos la mentalidad esclavista, pero más aún, el espíritu y el deseo de libertad.


Corría el año de 1834, cuando Jarm Logue de 21 años logró escapar de sus captores. pues al disponerse a castigar a un chico le pidió a Jarm que le abriera la boca a la fuerza, pues quería hacerle tragar alcohol hirviendo, Jarm se resistió y fue brutalmente golpeado. en su huida logro llevarse una vieja yegua.

Al dirigirse hacia el norte se estableció en tierras donde ya no era permitida la esclavitud. Allí vivió como un hombre libre, preocupándose por la educación de los niños negros, fundó varias escuelas y hasta escribió su autobiografía. Tiempo después la mujer de su antiguo "amo" le escribió una carta en la que buscaba obtener de Jarm dinero, utilizando artimañas. Pero un dato muy curioso que no lo entregas las cartas, es que el "propietario" de Jarm era su propio tío, por tanto lo que se debería dar en principio era un trato familiar, pero este no aflora por ninguna parte. Sin más preámbulos, dejamos a su juicio querido lector el texto traducido del ingles.



Maury Co., Estado de Tennessee,
20 de febrero de 1860.

Para Jarm:

Tomo mi pluma para escribirte algunas líneas y contarte lo bien que estamos. Yo estoy un poco paralitica, pero aun así me puedo mover. El resto de la familia está bien. Cherry (la mamá) ha estado bien como de costumbre. Le escribo estas líneas para que usted sepa la situación en la que nos encontramos, en gran parte a consecuencia de su fuga y robo de Old Rock, nuestra vieja yegua. Aunque hubiéramos conseguido que la yegua regrese, ella ya no tendría el mismo valor después de que usted se la llevó. Y como ahora necesito de algunos fondos he decidido venderlo a usted. Yo recibí una oferta por usted, pero no me ha parecido adecuado aceptarla. Si usted me envía mil dólares en pago por la vieja yegua, yo voy a desistir de todas las quejas que tengo contra usted. 
Escríbame luego de que usted lea estas líneas, y diga si va a aceptar mi propuesta. A causa de su fuga tuvimos que vender a Abe y Ann y doce hectáreas de tierra, yo quiero que usted me envíe el dinero para que yo pueda rescatar la tierra vendida. Yo cuando reciba la cuantía de dinero acordada, voy a enviarle el recibo de venta. Si usted no cumple con mi pedido yo voy a venderlo a usted a otra persona. Y usted puede estar seguro de que no voy a demorar mucho tiempo para que la situación cambie para usted. Escríbame luego de que usted reciba estas líneas. Dirija su carta a Bigbyville, Maury Country, Tennessee. Es mejor que atienda mi pedido.

Yo sé que usted es un predicador. Como el pueblo del sur es tan malo, es mejor que usted venga a predicar a sus viejos conocidos. A mí me gustaría saber si usted lee la biblia. Si es así, usted puede decirme: ¿qué será del ladrón  si él no se arrepiente? ¿Y si un ciego guía a otro ciego, cuál será su consecuencia?  Pienso que no es necesario decir más cosas por ahora. Una sola palabra es suficiente para un sabio. Usted sabe dónde el mentiroso tiene reservado su lugar. Usted sabe que nosotros lo criamos a usted de la misma manera que criamos a nuestros propios hijos; que nunca fue abusado, y que poco antes de fugarte, cuando tu amo preguntó si te gustaría ser vendido. Usted dijo que no lo dejaría por ningún motivo.
Sarah Logue
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A continuación la respuesta.

Syracuse, NY, 28 de marzo de 1860.

MRS. SARAH LOGUE:

Su carta del 20 de febrero fue debidamente recibida, y agradezco por ella. Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que escuche hablar de mi anciana madre. Yo quedo muy contento de saber que ella está viva. Y como usted dice, no sé qué significa realmente “está bien como de costumbre” qué es lo que eso significa, yo no sé. Me gustaría que usted me digiera más detalles sobre ella.
Usted es una mujer, más si tuviese realmente corazón de mujer, usted nunca me hubiera insultado diciendo que vendió a mis únicos parientes, mi hermano y mi hermana, porque yo no me rebajé a sus interés de convertirme en dinero.
Usted dice que vendió a mi hermana y hermano,  Abe y Ann y doce hectáreas de tierra porque yo me escapé. Usted tiene una inefable maldad al pedirme a mí de regresar para ser su miserable propiedad, o en lugar de eso enviarle mil dólares para que usted pueda rescatar su tierra, mas no para rescatar a mis pobres hermano y hermana. Si yo le fuese a enviar dinero sería para rescatar a mi hermano y mi hermana, y no para que usted consiguiera la tierra. Usted dice que está algo paralítica, sin duda usted dice eso para que yo sienta pena, pues usted sabe que yo siempre fui sensible con ese tipo de cosas. Yo lo siento mucho por usted, desde el fondo de mi corazón.
Todavía estoy indignado, más allá de los que puedo expresar con palabras, por el hecho de que usted sea tan cruel al punto de rasgar en pedazos los corazones que tanto amo. Por el hecho de que usted esté dispuesta a  empalarnos y crucificarnos sin ninguna compasión, por su mal en su pie o pierna. Mujer miserable sepa que yo valoro mi libertad, para no hablar de mi madre, hermanos y hermanas, más de lo que valoro todo su cuerpo, más la verdad que a mi propia vida, más que todas las vidas de todos los dueños de esclavos y tiranos que existen debajo del cielo.
Usted dice que ha recibido ofertas para comprarme y que usted me venderá si yo no le envío mil dólares. Y con el mismo aliento y casi en la misma frase me dice “usted sabe que nosotros lo criamos a usted como a nuestros propios hijos”. ¿Mujer, usted crió a sus propios hijos para el mercado? ¿Usted los ha criado para el cepo? ¿Usted los ha criado para que fueran empujados en fila, encadenados como animales? ¿Dónde están mis pobres hermanos y hermanas sangrando? ¿Puede usted decirme quién fue el que los envió a los campos de azúcar o de algodón para que fueran golpeados con grilletes, azotados gimiendo hasta morir sin que ningún pariente pudiera oír sus gemidos? ¿Ni tampoco sentir compasión en su lecho de muerte, ni acompañarlos en su funeral? Mujer miserable, ¿dices que no fuiste quien hizo eso? Entonces yo respondo, su marido era el que lo hacía y usted lo aprobó, y la carta que usted me envía muestra que en su corazón aprobó todo. Usted debería sentir vergüenza.

Ha y por cierto, ¿dónde está su marido? Usted no habla de él. Deduzco por tanto que está muerto, que él ya fue a pagar su gran cuenta, con todos sus pecados contra mi pobre familia que él carga en su cabeza. Pobre hombre, fue a encontrarse con los espíritus de mi pobre pueblo, humillado y asesinado,  en un mundo donde la libertad y la justicia son los verdaderos amos.

Más usted dice que yo soy un ladrón porque yo llevé a la vieja yegua conmigo. ¿Usted no entiende que yo tenía más derecho sobre la vieja yegua, como usted dice, que  el que tuvo MANASSET LOGUE sobre mí?  ¿Es un pecado mayor robar su caballo que robarme de los brazos de mi madre? ¿Si ustedes afirman que yo perdí todos mis derechos por lo que hice, no está mal afirmar que ustedes perdieron todos sus derechos sobre mí por lo que me hicieron? Usted necesita aprender que los derechos humanos son mutuos y recíprocos, y que si usted toma mi libertad y mi vida, usted pierde su propio derecho a la libertad y a la vida. ¿Ante Dios y el paraíso, existe alguna ley para un hombre que no sirva para todos los otros hombres?

Si usted o cualquier otro especulador sobre mi cuerpo y los derechos quisiera saber cuánto valorizo mis derechos, tendrá que venir hasta aquí y poner sus manos sobre mí para esclavizarme. ¿Usted piensa que me aterroriza presentándome la alternativa de darle mi dinero, o de lo contario entregará mi cuerpo a la esclavitud? Entonces sepa que recibo su oferta con un desprecio indecible. Su propuesta es una afreta y un insulto. Yo no voy ceder ni un pelo de mi cabello, y no voy a respirar ni una bocanada más corta para salvarme de sus persecuciones. Yo vivo en medio de un pueblo libre y agradezco a Dios que se compadece de mis derechos y los derechos de la humanidad; y si sus emisarios y vendedores vienen aquí para re-esclavizarme, yo pondré toda mi fuerza, y confió que mis fuertes amigos de esta ciudad y estado, serán mis salvadores y vengadores.
Atentamente;
JW Loguen


Ya el lector habrá podido captar las marcadas diferencias en el discurso, pero ante todo podrá notar que en nuestra sociedad actual persisten estas posturas de desprecio y mezquindad en las cuales la dignidad humana es pisoteada.
Hay varios elementos que se pueden comentar a partir de temas como la visión de lo religioso, la falta de compasión, el deseo de lucha y superación, y la ruptura con las mentalidades esclavistas.
Esperamos que este documento de primera mano les sea útil para sus reflexiones sociales, familiares y académicas.
en el CENTRO AFRO CAEDI, seguimos trabajando por nuestras comunidades afrodescendientes.