Por: Lisa María Montaño Ortíz
Llegó la hora acordada y Miriam Victoria Gomes ahí estaba, en una esquina en pleno corazón del barrio San Telmo. Tranquila, paciente Y más abrigada que un argentino “común”, porque para ella el frío ya empezó, según le recuerdan sus genes isleños. Aunque es afroargentina, su origen es caboverdiano, una comunidad de inmigrantes africanos que ha estado en la Argentina por más de cien años.
A pesar de que la tarde estaba soleada, el fresco característico
de comienzos de la temporada invernal se podía percibir con facilidad, así que
para este encuentro, el mejor refugio fue una cafetería de la zona. Miriam es
docente especializada en literatura africana. Nació Dock Sud y se crió en
Sarandí.
Usted, desde muy joven
ha participado en diferentes agrupaciones. En la actualidad forma parte de la
organización Socorros Mutuos “Unión Caboverdiana”, que lucha por la
erradicación de la invisibilización, la defensa y la difusión de los valores
culturales africanos. ¿En qué momento sintió la necesidad de emprender este
desafío?
Aunque parezca mentira, desde muy joven tuve conciencia de la
existencia del racismo. Cuando tenía alrededor de 7 años, escuché la expresión
“aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Aunque esa persona que lo
dijo no me miró, yo me di cuenta que esa “agresión al aire” se refería a mí.
Desde ahí supe que mi presencia incomodaba. Ese fue el primer llamado de atención.
Ya en la etapa universitaria que adquirí independencia y autonomía, salí a
buscar a mis pares. Otro de los factores influyentes fue la etapa de
independencia de Cabo Verde y Guinea. En ese momento sentí un gran soplo
africanista, así se despertó mi compromiso identitario con mi comunidad.
¿Qué significa la palabra
“negro” para Miriam y cómo ve su uso en la Argentina?
Para las organizaciones que hemos tomado como propio este tema, la
palabra “negro” significa una bandera de lucha. Aunque sabemos que se usó para
someternos, también puede servirnos para liberarnos. Desde una mirada más
intelectual, se trata de explicar a la sociedad que el origen de este vocablo
tiene que ver con el pasado esclavista. En la Argentina, esta frase tiene muy
mala prensa, esto es real y hay que decirlo. Es muy normal escuchar en la jerga
popular expresiones como: No soy racista, yo me refiero al negro de alma, no de
piel. Ese negro de “M”, es un cabecita negra. Trabaja como negro. Todos estos
dichos hacen parte de un discurso que alimenta prejuicios y estereotipos que en
algunos caso llegan a ser violentos. Es un tema que molesta mucho, aun a los
argentinos. Hablar de racismo y discriminación, de la presencia negra en el
país, es un tema muy sensible todavía porque el argentino tradicional entiende
que la comunidad negra desapareció y trasladó a lo negro todo lo malo,
despectivo o feo. Nuestro propósito es resignificar este término.
Usted también integra
la Comisión Organizadora del 8 de Noviembre, fecha en la que se celebra el Día
Nacional de los Afroargentinos, en ese contexto ¿Ve alguna evolución en la
Argentina en términos de participación, inclusión y visibilización?
Los Afroargentinos son el secreto mejor guardado. Es como si
estuviera todo el tiempo esa pregunta retórica: ¿Dónde están los negros
argentinos? puesto que, para la mayor parte de la sociedad los afros no
existíamos. Fue esa la pregunta que empecé a hacerme desde muy joven.
¿En qué momento cultural llega
el Decenio de los afrodescendientes proclamado por la ONU a la Argentina?
El Decenio, de alguna manera, pone a todos los sectores de la
sociedad a responder esa pregunta, a indagar en qué es el decenio y quienes son
los afrodescendientes, qué es justicia y desarrollo. A nosotros, como
comunidad, como integrantes de las agrupaciones, nos encuentra en otra
etapa. Hoy estamos listos para responder a esos interrogantes. Tenemos
experiencia y madurez.
Hemos avanzado, pero aún hay mucho por hacer en lo que a
participación, inclusión y visibilización respecta. Son muchos
años de negación por medio de un discurso generalizado, por parte de las clases
dirigentes y la sociedad argentina en general desde fines del siglo pasado.
Después de 30 años de lucha, estoy en una etapa más política, me
dirijo directamente a las entidades gubernamentales en compañía de un grupo de
trabajo que hemos articulado para esta labor. Es ahí donde realmente podemos
conseguir algo.
Mineros de John Berger
Me inspiré en el este texto, porque el autor toca temas que se
viven a diario. Hace referencia a las personas que son autoridad ante la
sociedad pero que perdieron su norte al favorecer a los delincuentes y pisotear
a los humildes, a los trabajadores y gente de bien. Enfatiza en que al sistema
le preocupa el arte, le teme a esa arma secreta del pueblo porque es lo único
que lo mantiene vivo.
Es la realidad misma de la sociedad actual, donde la humillación,
el mal trato y la injusticia, son el pan de cada día. Donde los ladrones de
cuello blanco se apañan en leyes, estatutos y decretos, protegiendo sus
intereses y rifando los del pueblo. Pretenden a diario, acorralarnos,
impidiendo un mejor desarrollo educativo, social y cultural pero ¿Por qué hacen
esto? Porque ellos saben que una sociedad instruida y culta es más difícil de
embaucar. Es precisamente a esto que los líderes de las comunidades menos
favorecidas se rehúsan.
Texto y fotos: https://afrofeminas.com/2016/07/29/los-afroargentinos-son-el-secreto-mejor-guardado-de-esta-sociedad/