El país tuvo presidente de la Asamblea General en 1978: el abogado Indalecio Liévano Aguirre.
Cuando todavía se libraban algunos combates de la Segunda
Guerra Mundial, 50 Estados, entre ellos Colombia, se reunieron el 26 de junio
de 1945 en San Francisco (Estados Unidos) para suscribir la carta que
posteriormente le dio vida a la Organización de Naciones Unidas (ONU), nombre
que fue propuesto por Franklin Delano Roosevelt, quien había entregado la
presidencia estadounidense meses atrás.
El organismo buscaba ser más ambicioso que la Sociedad de
Naciones o Liga de las Naciones, creada por el Tratado de Versalles, el 28 de
junio de 1919, tras el fin de la Primera Guerra Mundial y que fue concebido con
el objetivo de mantener la paz y la seguridad dentro de la justicia.
Los abogados Elías Murillo y María Clara Galvis, nombrados en los comités contra el racismo y la desaparición forzada
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Los objetivos
Así, lo que pocos meses después del encuentro de San
Francisco se constituiría como la ONU, que hoy es, detrás de la FIFA (209), la
mayor organización internacional existente con 193 estados miembros, fue concebido
como una especie de asociación de gobierno global que facilita la cooperación
en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el
desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y la defensa de los
derechos humanos.
Para la conferencia de San Francisco y a instancias del
entonces presidente Alfonso López Pumarejo, la delegación colombiana viajó a
Estados Unidos encabezada por Alberto Lleras Camargo, quien la presidió;
Eduardo Zuleta Ángel, Silvio Villegas, Jesús María Yepes y Alberto González
Fernández, quienes tuvieron el privilegio de ser firmantes de dicho documento
histórico.
En diálogo con EL TIEMPO, el abogado internacionalista
Enrique Gaviria Liévano dijo que el papel de la delegación colombiana en la
fundación de la ONU “fue fundamental, más allá de firmar la carta constitutiva,
pues, en el caso de Lleras Camargo, él fue el mayor promotor de uno de los
conceptos más importantes de la Carta de las Naciones Unidas: Pacta sunt
servanda, que es una locución latina, que se traduce como ‘lo pactado obliga’ y
expresa que toda convención debe ser fielmente cumplida por las partes de
acuerdo con lo pactado y cuando se suscribe de buena fe”.
Gaviria Liévano, quien entre 1976 y 1977 fue presidente de
la Comisión Sexta de la Asamblea General, encargada de asuntos jurídicos, dijo
que la ONU ha jugado un papel fundamental, “especialmente con organismos
especializados como la FAO -que dirige las actividades internacionales
encaminadas a erradicar el hambre-, la Organización Mundial de la Salud o la
Organización Mundial de las Telecomunicaciones”. Sin embargo, también destaca
el hecho de que la ONU ha tenido problemas en relación con la seguridad y la
paz, así como el derecho a veto, que se abrogaron los cinco miembros permanentes
en el Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Reino
Unido).
Gaviria considera que, con el derecho a veto, en muchos
casos se han tomado decisiones por los intereses de las potencias en el
conflicto.
Los destacados
En las siete décadas de la historia de la ONU, Gaviria
recuerda que varios colombianos ocuparon posiciones destacadas en diferentes
comités, comisiones, organismos y tribunales, pero en 1978 el abogado e
historiador Indalecio Liévano Aguirre fue nombrado presidente de la Asamblea
General, que ocupa un lugar central como principal órgano deliberativo, de
formulación de políticas y representativo de la ONU.
Sin embargo, se considera que el economista colombiano José
Antonio Ocampo Gaviria, quien en agosto del 2003 fue designado por el
Secretario General de la ONU, Kofi Annan, como secretario general adjunto para
Asuntos Económicos y Sociales, ha sido el colombiano con la más alta posición
en la historia de las Naciones Unidas. Ocupó este cargo hasta mediados del
2007.
Posteriormente, en el 2012, Ocampo perdió en la votación
para convertirse en el presidente del Banco Mundial.
Dos abogados nacionales llegan a órganos de Derechos Humanos
Los abogados colombianos María Clara Galvis y Pastor Elías
Murillo fueron nombrados miembros de las comisiones contra la desaparición
forzada y contra la discriminación racial, respectivamente. Estos organismos de
las Naciones Unidas tienen sede en Ginebra (Suiza) y buscan llamar la atención
de los gobiernos para que promuevan los derechos humanos de la población.
Galvis fue magistrada auxiliar del Consejo de Estado. Por
más de 20 años ha trabajado en áreas del derecho internacional público, derecho
internacional de los derechos humanos y derecho constitucional, y además tiene
experiencia en derecho interamericano en entidades y universidades de Colombia
y Estados Unidos.
De acuerdo con la embajadora de Colombia en la Organización
de Naciones Unidas, María Emma Mejía, “es la primera vez que el país proponía
un candidato para el Comité contra la desaparición forzada, organismo en el que
trabajan 10 expertos que sesionan tres veces al año” en Suiza. Por su parte,
Pastor Elías Murillo es la tercera oportunidad que integra el Comité contra la
discriminación racial, organismo que sesiona tres veces al año y que, según la
embajadora colombiana, “vigila el cumplimiento de la Convención sobre el tema y
hace relatoría de los Estados que se acogen para su examen”.
Relatoría a un país
Según la diplomática colombiana, a Murillo en algún momento
le asignarán a su cargo cierto país y hará un trabajo de relatoría que se lo
presentará a los Estados a manera de recomendación y, por eso, no tiene una
facultad judicial vinculante.
Murillo es chocoano, líder de la población afrodescendiente
y además asesora al Viceministerio del Interior en los temas afro.
El jurista colombiano hace pocas semanas terminó de realizar
una campaña contra el racismo en el país y además redactó el proyecto de
resolución para la declaración de la década de los africano descendientes, que
se celebrará hasta el 2024. Según la embajadora Mejía, “al candidatizar a estos
juristas colombianos en estos dos comités, Colombia quiere fortalecer su
compromiso con la defensa y el respeto de los derechos humanos”.
La llegada de los expertos juristas a estos entes de las
Naciones Unidas se suma a la presencia de los juristas colombianos Rodrigo
Uprimny, en el Comité de las Naciones Unidas sobre derechos económicos,
sociales y culturales, así como las de Humberto Sierra Porto y Enrique Gil
Botero, en la Corte Interamericana y la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos.
HOLMAN RODRÍGUEZ C.
Redacción Internacional
En Twitter @holmanrodriguez
tomado de el tiempo.com
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