La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), visitó
las regiones del Medio y Alto Atrato en el Chocó, Colombia, en marzo de
2012. Ahí llevamos a cabo visitas en el terreno y nos reunimos con las
comunidades afro-colombianas e indígenas, sus autoridades territoriales y
grupos de base, grupos de mujeres y de derechos humanos y desplazados,
religiosos y las autoridades colombianas. El conflicto interno armado se
está profundizando en la región del Pacífico del país y ha resultado en
un aumento de abusos, desplazamientos y confinamientos de la población
local. Los líderes afro-colombianos e indígenas y los defensores de los
derechos humanos enfrentan una alarmante situación de inseguridad. Todos
los grupos armados cometen abusos y la fiebre minera está aumentando la
violencia y menoscabando los derechos individuales y territoriales de
las minorías étnicas.
El Departamento del Chocó es tremendamente rico en biodiversidad y
recursos naturales y se encuentra en la parte noroeste de Colombia,
limítrofe con Panamá. Es habitado principalmente por afro-colombianos
(80 por ciento) y un número más pequeño de pueblos indígenas (10 por
ciento). Es un sitio que ha sufrido una marginación histórica por parte
del Estado. Desde 1986, el Chocó se ha visto profundamente afectado por
el conflicto interno armado y la violencia. Si bien hubo una baja de
índices de violencia poco después de que el grupo paramilitar de las de
Autodefensa Unidas de Colombia (AUC) participara en el proceso de
desmovilización en la década de 2000, el conflicto se ha agudizado en
los últimos años. La crisis causada por la para política y la corrupción
que involucra a la clase política del Chocó ha resultado en un saqueo
de los presupuestos públicos. Las autoridades nacionales respondieron
interviniendo al gobierno regional. Sin embargo, en lugar de resolver el
problema, se aumentó la deuda del Chocó. Muchos chocoanos sufren de
inseguridad, el desempleo y la pobreza. La mayoría de ellos no reciben
los servicios básicos por parte del gobierno. Quibdó es la capital del
Chocó, y la mayoría de sus habitantes no cuentan con servicio de agua
potable. 52 por ciento de los residentes de esta ciudad son
afro-colombianos que fueron desplazados forzosamente de sus territorios
durante los últimos veinte años.
Desde el año 2011, los grupos armados ilegales que operan en el
Chocó, han llevado a cabo cuatro paros armados (en mayo de 2011 por las
FARC, septiembre de 2011 por las FARC y en enero de 2012 por parte de
los Urabeños). La visita de WOLA coincidió con el último paro armado de
las FARC. La orden del Frente Mario Vélez 57 de las FARC-EP fue muy
clara: todo el transporte (tierra, agua y aire) en el Chocó fue
prohibido entre el 1 y el 18 de marzo. Todos los vehículos de
transporte, incluyendo
"canoas, champas, las lanchas botes" no debían movilizarse. Los
panfletos de las FARC amenazaron con consecuencias graves si cualquier
persona violara esta orden. Para los afro-colombianos e indígenas que
viven en las zonas rurales , que tienen que viajar para cultivar y
cosechar su pancoger, esto significó una falta de acceso a sus
alimentos. Dado que hay pocas carreteras y que los residentes se
transportan por medio de los ríos, esta orden resultó en una parálisis
de toda actividad en la región.
Civiles en zonas rurales se encuentran atrapados entre todos los
grupos armados. Estos grupos operan entre y alrededor de los territorios
afro-colombianos e indígenas. En estas áreas el confinamiento y el
desplazamiento son hechos comunes. Las minas antipersonales son una gran
preocupación. Las actividades de los residentes están restringidas, sus
productos alimenticios son controlados y muchos residentes son
extorsionados. Los grupos al margen de la ley cometen abusos contra la
población civil, reclutan forzosamente a la juventud y explotan de forma
sexual a las mujeres y menores de edad. La presencia de grupos armados
ha resultado en un aumento de la prostitución, así como la
desintegración social y cultural.
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Incluye:
- Minería
- Impactos de la minería
- Desplazamientos: la amenaza constante
- Ataques contra líderes y lideresas
- Instituciones del gobierno, amenazadas por las armas y la corrupción
- Santos visita Quibdó
- Derechos humanos y territoriales ausentes del discurso oficial
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Anthony Dest es Asistente de Programas en WOLA. Dest apoya la investigación y el trabajo sobre Colombia, la región Andina, y el control de drogas.
Gimena Sánchez-Garzoli es Coordinadora Principal para el Program de los Andes en WOLA. Sánchez fue co-autora de Mucho Peor que el Watergate donde se documenta los abusos de poder por parte del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia.Sánchez es experta en desplazados internos, refugiados y derechos humanos.
Anthony Dest es Asistente de Programas en WOLA. Dest apoya la investigación y el trabajo sobre Colombia, la región Andina, y el control de drogas.
Gimena Sánchez-Garzoli es Coordinadora Principal para el Program de los Andes en WOLA. Sánchez fue co-autora de Mucho Peor que el Watergate donde se documenta los abusos de poder por parte del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia.Sánchez es experta en desplazados internos, refugiados y derechos humanos.
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