9 de octubre de 2015

Basta de Racismo... Reclamos de Afrocolombianos en el Ministerio del Interior

Desde la diez de la mañana de hoy 9 de octubre de 2015, integrantes de los movimientos sociales afrocolombianos han estado presentes en las instalaciones del Ministerio del Interior. Venidos de Cali, Buenaventura, Armenia, Pereira, y con el apoyo de integrantes de los movimientos sociales presentes en Bogotá, Están exigiendo por parte del gobierno nacional, una atención inmediata y seria a las situaciones que afectan a la población afrocolombiana.
Información y fotos brindada al CAEDI por: Cadhubev Benkosvive


Se ha logrado en las últimas horas establecer una mesa de diálogo, en la cual se están exponiendo entre otras las siguientes exigencias:


1. Una revisión de las políticas del gobierno relacionadas con las comunidades afrodescendientes.
2. Una postura firme ante la estigmatización y utilización denigrante que los medios de comunicación hacen, deformando la imagen de la gente negra. En concreto con el programa de entretenimiento Sábados Felices, siguiendo las indicaciones de la ONU en 1997.
4. La problemática de acceso a la educación superior, pues el programa "ser pilo paga" hace una clasificación desigual basándose en los resultados de las pruebas Saber por 11, en la cuales estamos en clara desventaja ya que en nivel educativo brindado a nuestra comunidades es evidentemente inferior al resto del país.
5. Atención e intervención rápida al Hospital Universitario del Valle, ya que esta institución atiende un considerable número de pacientes del pacífico y sur occidente colombiano. Su liquidación sería un verdadero desastre para nuestras comunidades.

 Por otra parte los manifestantes están exigiendo la presencia de la bancada afro del congreso, en concreto de Guillermina Bravo y Edinson Delgado, para que den informe sobre los proyectos que están tramitando o han hecho por la comunidad a la cual dicen representar.
También se exige que la Policía Nacional, de un informe sobre su modo de proceder y los números de detenciones de personas afrodescendientes, en especial en la ciudad de Cali.

En el CAEDI, Bogotá Acompañamos las reivindicaciones de nuestras comunidades afrocolombianas.

¡PROCLAMAMOS! DINAH OROZCO HERRERA

El alma humana, las razones, sentimientos y motivos, las historias pasadas, presentes e incluso las futuras, los rostros, los saberes, las miradas, los llantos trasformados canciones y las músicas que redimen lágrimas, tienen en la poesía el espacio ideal para expresarse y volverse eternidad. En el marco del lanzamiento del Decenio Afrodescendiente, Dinah Orozco Herrera, en el siguiente poema, dibuja y reivindica con una inteligente profundidad, fortaleza y pasión los orígenes africanos presentes en nuestra América.


¡Proclamamos!


I
Traficaron con nuestras vidas
y nos subastaron a la muerte,
hemos sido bautizados con silabas de sangre
en nombre de un Dios abierto en cruz de llamas.
Hemos sido separados por la geometría territorial del tirano,
Aquél que con su látigo insaciable
Se esconde todavía como una sombra dominante
En los laboratorios de la memoria colectiva.

II
Hoy…
Levantamos las pupilas,
en la unidad del sufrimiento,
Y aún con nuestros músculos molidos en levadura,
convocamos la rebelión de nuestros pueblos
en toda la superficie del viento.

Que el temblor de nuestro grito Piel-leopardo,
paladar esculpido de ámbar y azafrán,
revestido con el alma del Mbira,
-piano de lugares, /Blues de la pantera,
se escuche en las profundidades de las voces de la tierra.

Que el motor de la palabra combativa
continúe latiendo como un miasma de mangles y pantanos,
para el sudor que se respira entre nuestras venas de marfil,
alimentadas de lucha y esperanza,
se continúe nutriendo de senderos…

Que el cemento de la inconsciencia social
con su cabello de púas,
sus pies de heno y dolor,
su silencio de olvido,
no convierta en polvo sombrío
Ese fraternal Manifiesto.

III
Hoy siglo XXI
Nos re-conocemos en los ojos preñados de ensoñación.
Somos el Muntu Renaciente,
Venimos de las costas, las islas, los desiertos,
Los mares, los ríos, las ciénagas, los lagos,
Los valles, las selvas, los cerros y los montes,
y nuestras manos tejen los invisibles hilos de la araña
para des-anudar las sogas del pasado.

Y en la búsqueda inacabada
de la metamorfosis fecunda,
en la reexistencia acompañada,
en la resistencia soberana,
en la refundación de nuestra Casa – vientre,
útero de la Matria afro-diaspórica,
maduraremos nuestros sueños.

IV
Por las cenizas de todos nuestros muertos,
esclavizados y esclavizadas sin sombras, sin huellas, sin ecos
zombificados por el estiércol del hambre y de la ausencia,
silenciados en la opresión de la podredumbre existencial,
por la remota angustia de las cadenas y las llagas incurables
adheridas a la piel de la madrugada, de la noche y bajo el sol.

Por la serpiente de Elegguá
mordiéndose las colas trenzadas en su danza guerrera;
hoy proclamamos nuestra Canción Posible,
rima consonante de guaracha, maraca y bongo,
Canto-Orikí ritmado en aire de Bullerengue silbante.
Que se sacude como un trémulo lumbalú de laberínticos tambores,
en lengua sutu ri palenque.

Suto ta akí yolando i éle guatiando i rindo rema
(estamos llorando y ella (la muerte) nos está viendo y se está riendo).
Icho leo, icho leo pa bo remansa i lujé riro!...
(expresa tus lamentos, eso te permitirá desahogarte
de todo sentimiento que llevas guardado).

Para que ya no seamos fragmentos de mapas exiliados,
ni cuerpos disecados en bolsas negras,
ni manos encadenadas pintándonos el alma de miedos;
ni crujir de dientes que mastican grilletes,
mientras cuentan nuestras cabezas
mientras arde nuestros cuerpos en la hoguera.
Para que dejemos atrás las calcinadas hojas de la plantación de banano,
El latifundio de cacao donde los pájaros lloraban de agonía a lo lejos,
Los oscuros socavones de las minas alumbradas con el resplandor de los huesos.

Para que renazcan de dignidad
Las voces ulceradas
La sangre derramada
Los egguns olvidados.
Para que ya no bostecen más los ancestros en medio de las cadenas oxidadas
En aquellas selvas donde los enormes  troncos de la h-historia
arrastraron las verdades del tiempo.

Hoy estamos aquí y allí, convocados y convocadas
para emprender el viaje de retorno hacia la Ruta de la Canoas
para remar caminos certeros de otra orilla.
a un sitio donde por fin un nuevo sol nos espera;
 donde se encienda la saliva sagrada de los ancianos y ancianas;
allí ombligaremos la tradición en el aliento de la semilla.

Porque nosotros y nosotras kombilesas, Ekobios, Cimarrones, Cimarronas
hemos nacido para contar esa parte de la historia
que lleva más de cinco siglos… ¡clamando justicia y libertad!
Dinah Orozco Herrera