26 de agosto de 2013

Lo que va de King a Obama



Notas al margen para "De King a Obama: el sueño continúa"

Por Antonio Caño (El País, España) y otros

La afirmación de Antonio Caño de que "los negros han pasado de la esclavitud al poder" no es cierta.  Un negro llegó al poder.  Es significativo pero a nivel simbólico, como representación.  Decir los negros es para quedar perplejo.  Es importante matizar.  Obama, a los 50 años del discurso de Martin Luther King, da un mensaje de unificación muy positivo, pero si "dice que no hay una América negra y una blanca" y sólo existen los E.U., hace el mismo juego que los izquierdistas cuando, dicen que no hay negros ni indios sino pobres y ricos.  Pasa por encima de las diferencias entre grupos étnicos, y estas no son superficiales ni insignificantes.  Hace un discurso de unidad nacionl, pero los negros no tienen las mismas oportunidades de los demás, la separación permanece.

Obama aboga por un país multirracial, resta importancia a la lucha contra el racismo y subraya la desigualdad que afecta a varios grupos, como los afro, los nativos, los latinos, los asiáticos, etc.  Su postura la critican izquierda y derecha, como lo hicieron con Luther King.  Pero es de resaltar y llama a la reflexión el hecho de que dos de los herederos políticos del pastor de Atlanta, John Lewis y Andrew Young, apoyaron a Hillary Clinton en vez de a Obama.  Dudaban de su compromiso con la causa afro.  Y siguen con sus dudas.

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Todo el mundo está orgulloso de tener un afro como presidente.  Hay aspectos positivos, por supuesto, pero los negativos son preocupantes.  Los 19 mil dólares de ingreso anual que había de diferencia entre las familias blancas y las negras, se han convertido hoy en más de 27 mil, según un estudio del Instituto Pew.  La distancia entre los blancos pobres y los negros se ha reducido, pero ha aumentado en relación con los que tienen una vivienda.

Mucho camino por recorrer queda en cuanto a la justicia.  Un negro tiene hoy día 6 veces más probabilidades de ser condenado a la cárcel por un tribunal que un blanco.  Eso supera las tasas de los años de la segregación.  Eso sin contar la desestructuración de las familias negras, hoy un problema agravado.
La reconciliación plena sigue siendo un sueño.  Luther King era un profeta en medio de la injusticia, Obama, en cambio, es un político que tiene poder de cambiar, así sea limitado.  Algunos líderes afro siguen siendo críticos con el presidente: "Mientras king decía I have a dream ('tengo un sueño'), Obama dice I have a drone ('tengo un drone')".

Hay que reconocer que se han dado pasos entre los grupos étnicos.  Hay un fiscal general negro en E.U., Eric Holder, pero no es suficiente.  Lo demuestra el caso de Trayvon Martin.  A este joven se refirió Martin Luther King III, hijo del Nobel.  Advirtió que "este no es el tiempo de una conmemoración nostálgica" de la obra de su padre, sino una oportunidad para volver a escuchar sus palabras y contrastarlas con una realidad todavía injusta en vivienda, salud, educación, alimentación y oportunidades.

Es importante que los afro y los latinos no se queden satisfechos con lo logrado, como dice Cory Booker, alcalde de Newark (New Jersey), candidato demócrata al Senado: "Nuestra generación no puede permanecer sentada disfrutando de las glorias y los méritos pasados".

John Lewis (derecha) junto a Martin Luther King en 1965.
(Foto: W. A. Smith [AFP])
Cristina Fernández-Pereda entrevistó al único lider sobreviviente de la marcha de hace 50 años, John Lewis.  El dice que la llegada de Obama a la Casa Blanca no debe ser interpretada como el inicio de una era post-racial.  Todo el mundo se pregunta si su mandato supone el cumplimiento del sueño de Luther King.  "Yo creo que sólo nos han dado una señal".  Señala la situación en las cárceles, los prejuicios vigentes y los 11 millones de inmigrantes que tienen que vivir escondidos.  La revocatoria de parte de la ley de derecho al voto de 1965, por parte de la la Corte Suprema, es un golpe serio: obliga a redactarla de nuevo y defenderla en el Congreso.

E.U. ha llegado a ser un país multirracial, pero hace falta igualdad de oportunidades, mucha presencia de las minorías en los puestos de la administración pública y, en especial, en la justicia.  King decía que no necesitamos sólo ciudadanos libres, sino llegar a ser una nación libre.