6 de diciembre de 2012

San Pacho y el frevo: nuevos patrimonios culturales de la humanidad


Colombia tiene otro Patrimonio de la Humanidad.  El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, reunido en la sede de la UNESCO en París, Francia, inscribió a las Fiesta de San Francisco de Asís en Quidbó, "San Pacho", en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Tres días después iniciar el estudio de 36 candidaturas inscritas que requieren medidas urgentes de salvaguardia, los expertos del Comité consideraron que las fiestas patronales de la capital del departamento del Chocó "describen bien la manera en la que la transmisión de esa tradición se lleva a cabo, así como las funciones sociales y culturales que cumple".

La fiesta "sanpachera" reconocida desde el 2005 como Patrimonio Inmaterial de la Nación, se une a otros seis patrimonios colombianos en la lista de la UNESCO: Carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Negros y Blancos, el Espacio Cultural de San Basilio de Palenque, las procesiones de Semana Santa de Popayán, las músicas de marimba y cantos tradicionales del Pacífico Sur Colombiano y el Sistema Normativo Wayúu, y la manifestación "He Yaia Keti Oka", de los chamanes del río Pirá Paraná (Vaupés).

San Pacho, patrimonio cultural de los chocoanos, fue acogida por el Comité Intergubernamental, compuesto por 24 miembros entre los 148 estados partes de la Convención, por considerarla en peligro, a pesar de los esfuerzos de la comunidad, la Junta Franciscana y el Estado.




También Brasil fue escogido con el frevo, una expresión artística musical y bailada que se practica principalmente durante el carnaval de Recife. El ritmo rápido, frenético y potente de su música, lo ejecutan bandas de música militares y charangas, se basa en la fusión de géneros como la marcha, el tango brasileño, la contradanza, la polka y piezas de música clásica.

La esencia de su música es urbana; el passo –la danza que la acompaña– también es dinámica y subversiva. La danza tiene sus orígenes en la destreza y agilidad de los luchadores de capoeira, que improvisan sus brincos al son electrizante de las orquestas y bandas de instrumentos de metal. Los que practican el frevo y el passo son miembros de asociaciones que participan en los desfiles del carnaval. Las sedes de estas asociaciones ofrecen apoyo para preservar, transmitir y desarrollar las competencias y conocimientos relacionados.

Se vincula a las creencias y al universo simbólico de la religión de quienes lo practican. Varias asociaciones adoptan como distintivos colores que guardan relación con la fe religiosa de sus miembros y algunos de los ornamentos que utilizan también tienen un significado religioso.

El frevo es fruto de la creatividad y riqueza cultural generadas por una combinación excepcional de la música, el baile, la capoeira, la artesanía y otros elementos que ponen de manifiesto el ingenio y la capacidad de creación de quienes lo practican. Le son inherentes la capacidad para fomentar la creatividad humana y el respeto a la diversidad cultural.